TEMA ESPECIAL: EL CRISTIANO Y LOS QUE PADECEN HAMBRE

I. Introducción

A. El hambre es un recordatorio constante de la condición caída de la humanidad y la creación.

B. El hambre es un aspecto del problema del mal y el sufrimiento. Está directamente atribuida al hombre y no a Dios. Aunque Dios usó las bendiciones o las maldiciones de la agricultura como un medio para recompensar o castigar a Su pueblo del pacto (Lv. 26; Dt. 27-28), esto no ha sido verdad para los inconversos en general (ej. Dios como Proveedor y Sustentador, ver Mt. 5:45). El hambre es un ejemplo más de avaricia, egoísmo y de la humanidad materialista. El problema del hambre no es realmente uno de escasez de comida, sino de motivación y prioridades humanas.

C. El hambre es una oportunidad para la humanidad redimida de reflejar el amor de Dios. Las reacciones de los creyentes a las necesidades físicas en la iglesia y en el mundo muestra quienes realmente somos.

II. Material Bíblico

A. Antiguo Testamento

1. Moisés

a. uno de los tres posibles diezmos en el Israel antiguo era para los pobres (Dt. 14:28-29)

b. la Ley tenía provisiones especiales para que los pobres comieran (Éx. 23:11; Lv. 19:10; 23:22; Dt. 24:19-22)

c. la Ley proveía sacrificios especiales, no costosos, para los pobres (Lv. 14:21)

d. Israel debía tener una actitud compasiva y liberal hacia los pobres y los necesitados (Dt. 15:7-11, ver Job 29:16; 30:25; 31:16-23)

2. Literatura Sapiencial

a. Había bendiciones especiales reservadas para aquellos que ayudaban a los pobres (Salmo 41:4)

b. Ayudar a los pobres era ayudar a Dios (Pr. 14:31; 17:5; 19:17)

3. Los Profetas

a. Dios demandaba adoración a Él en la forma de justicia social y compasión por los necesitados (Is. 58:6-7; Mi. 6:8)

b. Una de las señales de que el mensaje era de Dios era que era proclamado a los pobres y a los necesitados (Is. 61:1-2)

c. Los profetas de Dios predicaban en contra de la explotación social (Am. 2:6-8; 5:10-13; el libro de Miqueas)

B. Nuevo Testamento

1. Los Evangelios

a. Se amonesta a ayudar a los pobres (Mr. 10:21; Lc. 3:11)

b. El juicio está basado en nuestro amor social hacia otros en el nombre de Jesús. De hecho, ayudar a los demás es ayudar a Cristo (Mt. 25:31-46)

c. Marcos 14:7 ha sido terriblemente malentendido porque dicen que refleja una falta de preocupación por los pobres de parte de Cristo. Este versículo tiene el propósito de enfatizar lo especial de Jesús, y no el menospreciar a los pobres.

d. Isaías 61:1-2 refleja que los recipientes del mensaje de Dios serán los socialmente despreciados (Lucas 4:18; 7:22; 14:21)

2. Pablo

a. Pablo aprendió de los de Antioquia de Siria el concepto de la ofrenda de amor especial para los pobres de la iglesia de Jerusalén (Ro. 15:26; 1 Co. 16:1; 2 Co. 8:4,6,19; Gá. 2)

b. Pablo enfatiza la gracia, la fe y las obras (Ef. 2:8-10)

3. Santiago (Literatura de Sabiduría del N.T.)

a. Fe en Dios a través de Cristo, sin preocuparse por los hermanos, es inmadurez (Stg. 2:14-17)

b. ¡Santiago aún dice que la fe sin obras está muerta!

4. Juan -- El libro de 1 Juan declara que la seguridad de ser cristiano está basada en una vida transformada en fe y servicio (1 Jn. 3:17-18)

III. Conclusión

A. La miseria humana y las necesidades están relacionadas al pecado de la humanidad. Existen varios aspectos relacionados en cuanto al hambre:

1. por conducta insensata (Pr. 19:15)

2. como castigo de Dios (Dt. 27-28)

3. relacionado al servicio espiritual (2 Co. 11:27)

4. circunstancias culturales (avaricia, concepción, etc.)

5. circunstancias materiales (hambres, inundaciones, granizos, etc.

B. Dios en realidad sí se preocupa por las personas. ¡El ama a aquellos que están en necesidad de una manera especial!

C. La iglesia en acción es la respuesta de Dios a la necesidad humana (física y espiritualmente)

1. por medio de la acción personal directa

2. por medio de la acción de toda la iglesia

3. por medio de la organización política orientada al cambio

D. Debemos evaluar críticamente nuestras prioridades personales y culturales a la luz de las Escrituras (2 Co. 8-9)

E. Necesitamos tener nuestros ojos, corazones y manos abiertas a la necesidad humana aquí y en el exterior; en la iglesia y en el mundo

F. La ayuda debe de darse a aquellos que están en Cristo a la luz de la Gran Comisión (Mt. 28:18-20). La ayuda debe ser tanto física como espiritual.