TEMA ESPECIAL: EL LAVAMIENTO DE LA REGENERACIÓN

Esto es literalmente “a través del baño de la regeneración”. El término “lavamiento” (loutron) es usado únicamente dos veces en el N.T. (en Ef. 5:26 y Tit. 3:5). Raramente fue usado en la Septuaginta. Puede referirse:

1. al lugar del lavamiento

2. al agua del lavamiento

3. al acto del lavamiento

En Levítico los lavamientos (es decir, proviene de dos raíces hebreas, BDB 460, 934), eran símbolo de purificación de personas o cosas (también practicado por la comunidad Esenia, ver los Rollos del Mar Muerto). En Ef. 5:26 el lavamiento se refiere al ritual del baño antes del matrimonio.

El término “regeneración” (palingenesia) es también un término raro, encontrado únicamente en Mt. 19:28 y Tito 3:5. Es un compuesto formado por “de nuevo” (palin) y “nacer” (génesis). Por lo tanto, se refiere al nuevo nacimiento producido por la obra terminada de Cristo y la obra de atracción del Espíritu. La ocasión del reconocimiento público del nuevo nacimiento es el bautismo en agua; el agente es el Espíritu Santo (ver Tit. 3:5-6); el medio es la muerte y resurrección de Cristo (ver Tit. 3:6); y la base para todo esto es el amor y la misericordia del Padre (ver Tit. 3:4). Este no es un texto que esté apoyando la regeneración bautismal (ver el Tema Especial: Bautismo). El bautismo era más bien la ocasión para la confesión/profesión publica (ver Hch. 2:38) y el símbolo de la muerte, sepultura y resurrección del creyente juntamente con Cristo en un acto simbólico (ver Ro. 6:3-9; Col. 2:12). En la iglesia primitiva el bautismo era la oportunidad para la profesión publica de fe de una persona (“Jesús es el Señor”, ver Ro. 10:13). El enfoque es la acción del Espíritu Santo (o sea, dar un nuevo nacimiento y renovar a la persona).