TEMA ESPECIAL: LA PERSONA DEL ESPÍRITU

 

En el Antiguo Testamento, “el Espíritu de Dios” (ruaj) era una fuerza que cumplía con el propósito de YHVH. Pero existen pocas señales de que fuese personal (es decir, en el monoteísmo del Antiguo Testamento, vea el Tema Especial: Monoteísmo). Sin embargo, en el Nuevo Testamento la Persona y la personalidad integral del Espíritu son revelados:

1. Puede ser blasfemado (ver Mateo 12:31; Marcos 3:29)

2. Enseña (Lucas 12:12; Juan 14:26)

3. Da testimonio de Cristo (Juan 15:26)

4. Da convicción de pecado, guía (Juan 16:7-15)

5. Se le llama “Quién” (es decir, hos, Efesios 1:14)

6. Puede ser contristado (Efesios 4:30)

7. Puede apagarse (1Tesalonicenses 5:19)

 

Los textos trinitarios (aquí hay tres de muchos, vea el Tema Especial: La Trinidad) también hablan de Tres Personas):

1. Mateo 28:19

2. 2 Corintios 13:14

3. 1 Pedro 1:2 

 

Aunque la palabra griega para “espíritu” (pneuma) es NEUTRA, cuando se refiere al Espíritu, el NT usa con frecuencia el ADJETIVO DEMOSTRATIVO MASCULINO (ver Juan 16:8,13-14).

 

El Espíritu está vinculado a la actividad humana:

        1. Hechos 15:28

        2. Romanos 8:26

        3. 1 Corintios 12:11

        4. Efesios 4:30

 

En Hechos, se enfatiza desde el inicio el papel del Espíritu (al igual que en el Evangelio de Juan). El Pentecostés no fue el inicio de la obra del Espíritu, sino un nuevo capítulo. Jesús siempre tuvo el Espíritu. Su bautismo no fue el inicio de la obra del Espíritu, sino un nuevo capítulo. El Espíritu es el medio efectivo del propósito del Padre para la restauración de todos los seres humanos hechos a Su imagen (vea el Tema Especial: El Plan Redentor Eterno de YHVH)!

 

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